miércoles, 25 de agosto de 2010

Escribir.... acto introspectivo.

Tomado de una frase de Bukowski.

"Escribir te empuja hacia espacio acreos, te convierte en un extraño, un inadaptado."
carlos Martínez respondió: A mí me la salvó Camus, pero Bukowski me la supo alegrar.

A mi, muchas cosas me salvan la vida a cada instante. Leer me salvó la vida y si claro Camus!!! gracias a un libro que me presentó mi hermano, (hay tantas formas de leer un mismo párrafo del mito de Sísifo!) Sin embargo, para mi, escribir es una forma de respirar, me mantiene viva, sin a veces sin saber para qué; pues es cierto, puede llegar a ser un asunto de inadaptados que escapan de la relidad usando las mil caretas que el lenguaje puede dar. El punto está es en respirar por los dedos el aire del lenguaje y no morir de asfixia.

domingo, 22 de agosto de 2010

...mi conjuro contra la mala jornada.


Te quiero

Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.

Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero.

Y tu paso vagabundo.

Y tu llanto por el mundo.

Porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.

Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Benedetti.



Un poema clásico, con cantidad de latinoamericanidad encima, para apalear tal cual sin sabor que ya reconozco desde hace rato.

No hay a quién dedicarlo, no hay nadie que me lo dedique, pero es más o menos la idea que tengo de lo que debe pasar para que suelte un te quiero.

Quizá sólo sea el sentirse acompañado, realmente acompañado aquello que me conmueve de éste poema.

A éstas alturas se lo podría dedicar a la persona con la que suelo jugar ajedrez en flyordie; ya sabe bien que soy muy mala y conoce que me enredo mucho al defender el centro, con las fichas pesadas, que no sé que hacer con la dama y que tengo problemas para hacer un mate. Este nick, pues no sé más nada de él, me conoce en la batalla campal, es decir, sabe ya mucho de mí y eso mismo me hace sentir acompañada, como con una persona de verdad, así sea para hacerme la guerra y jaque mate una y otra vez.

O se lo podré dedicar al chico con el que me dio el medio día en su cama. Lo recuerdo bien, cuando me levanté a verlo de léjos, disfrutando el panorama de sus ojos cerrados y labios quietos, el vaivén de su respiración tranquila, sus brazo izquierdo que me hacía de almohada, allí mismo estaba aún tibio mi espacio vacío a su lado, todo esto me atraviesa en un mismo momento. Entonces diría como el poeta: "porque somos pareja".

Pero recuerdo más sus palabras en ése momento, medio dormido o medio despierto, me dice sin abrir los ojos: "ven acá"; y entonces pienso: "la gente vive feliz aunque no tenga permiso". Pues desesperado de mi ausencia de un mes luego de ése medio día, me llama a pedirme que no lo presione y que le deje en libertad, como siempre ha estado (!?); incluso sabiendo que luego de un mes ni una llamada le he hecho. Le persigue mi recuerdo y no sabe como deshacerse de él. No sabe que incluso cuando no se permite ser feliz al lado de alguien, lo ha hecho por lo menos por un momento a mi lado; igual no hay misterio, la felicidad son sólo momentos que nos habitan para luego irse y hacernos presente el pasado.

Como dice Gabo, "la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado", un asunto de emociones, por eso me alimento de la poesía y de sentir que no es tan malo que siempre pierda la partida de ajedrez con éste desconocido, o que éste chico y yo estemos unidos por un recuerdo de felicidad sin que ninguno de los dos diéramos permiso alguno; suertuda víctima de mis ganas de alguien, a quien no puedo caracterizar, no puedo asir, pues no entiendo a los hombres, pero igual disfruto de ellos viéndolos de lejos mientras reposan cuando les dejo un espacio vacío.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Un Hombre, Bourdieu, Valsiner. Fragmento de no- realidad, la confabulación de mis deseos.

La ontología personal del "ser", es una ilusión construida a manera de signos,(...),esos constructos (como la identidad, una idea del si mismo, la personalidad, el carácter), no tienen realidad, son una organización funcional del fluido, (Valsiner en constructing the vanishing present beteen the future and the past, 2009).

En la sala de lectura de sociología, en frente de mi se encuentra un hombre realmente guapo, me gusta su mirada perdida detrás de los anteojos, su cara de "estoy gozandome esto que leo", a veces sonríe al leer.

Está despeinado, con algo de barba, con su maleta de cuero que siempre le he conocido y el portafolios que tiene cubierta de jean.

Puedo ver sus manos, son de dedos pequeños, manos anchas. Está tumbado sobre su silla y de vez en vez se incorpora para subrayar las copias o para tomar alguna nota, cuando no lo está haciendo, tumbado sobre la silla con las piernas inquietas y estiradas usa las copias para taparse la cara. A veces baja las manos y me lanza una mirada, literalmente. Hace unos dos año, yo no lo notaba así tal cual se me presenta con ésa mirada, sin embargo desde entonces me acuerdo de él. Pero ahora me doy perfecta cuenta, y además de eso, me lo quedo mirando, descubro que tiene una mirada intensa, lo ha hecho dos veces, tres con la mirada fija con que me saludó al llegar a la sala de estudio.

A veces lo que veo son sus labios, cuando levanta mucho las copias, por lo tanto veo su mentón. No puedo negarlo, me gusta; por lo demás para qué negarlo? lo importante es que él sabe que me ha capturado a ratos con su mirada, y que me gusta el juego que me propone desde su rincón.

Varias veces he pensando en invitarlo a tomar un café, pero siempre me termino sintiendo cobarde. El problema es que hoy no me siento así, sino algo alterada, si me habla me derrito y si le hablo, en lugar de preguntarle por el nombre, le sonreriría francamente, y le devolvería la misma mirada, como para que me desee un poco más, hasta que uno de los dos pregunte por un beso.

Se me escapa una sonrisa, luego otra.

Ahora, él ha optado por doblar sus copias, así de hurtadillas me lanza una mirada de vez en cuando por el borde izquierdo de éstas; un sólo ojo desconcentrándome, no pude seguir leyendo a Valsiner y su asunto sobre la libertad, la voluntad, la realidad y el sentido de ser y saberse humano.

Se me fue un poco el aire, sentí un leve mareo, esa mirada y esas piernas inquietas, ni si quiera ha sido necesario pensar en que me besa o en que toca. Su mirada de pervertido y vagabundo que se engolosina leyendo algo me ha dejado sin sentido por un rato y me ha obligado a dejar todo, tomarme el te despacio y escribir ésto. Lo he aceptado, me resigno; escribo sobre él.

Debe tener, o por lo menos parece de unos 35 años. Tiene unos labios finos, sus hombros son anchos, no es delgado, estoy segura de que no hace ejercicio y que toma mucho tinto y se fuma mas de 30 cigarros al día, (jajaja! fascinante!), siempre viste tranquilo, despreocupado, usa gafas de marco negro, tiene el cabello medio crespo y descuidado, la chaqueta color gris, su camisa blanca, seguramente ya sabe que me tiene algo alterada, y que me gusta su sonrisa pícara, que ahora mismo se me antoja hasta inteligente; afuera llueve, evidentemente no tengo frío, solo un leve mareo lleno de morbo y estupor; su pierna izquierda inquieta, uff! necesito tomar aire profundo y volver a pensar urgentemente en Valsiner y su asunto de la no existencia de la realidad, sino de un fluido de la humanidad orquestado funcionalmente para darme sentidos, o que yo he orquestado, junto con la cultura, para darle sentido a toda esta puesta en marcha que es el mundo.

Me gusta el color de sus labios, qué puedo hacer? Al carajo con la realidad, dice Valsiner, y yo digo, carajo, es verdad, sus labios son hermosos, se me hacen hermosos debido a la orquestación de anteriores besos, anteriores labios. Me desconcierta su mirada intensa, de hombre que se puede comer mi mundo de no-realidades y que además de eso parece saber que lo puede hacer.

He dejado de mirarlo, poco a poco todo vuelve a la calma, sigue lloviendo, se me ha acabado el te, son las 15:23, me pregunto, será que Valsiner es capaz de mandar al diablo así como así la realidad?

No me gustan su manos.

Lo ineludible: hoy no lo besaré, eso está claro, más de dos años pasando por delante de él, aguantando sus miradas intensas y ni un tinto, que complicada soy, que distraído él! mejor es al contrario, que complicado él, que distraída yo.

A soltado una de las esquinas de las copias, puedo ver la portada del libro que lee, Está leyendo Bourdieu!!! (cap. 1, La elección de los elegidos) De repente se me torna en divino demonio que goza leyendo a Pierre, tanto como yo lo he hecho. Como dijo un amigo una vez, "en éstos momentos es cuando me digo: que linda que es la vida!"



sábado, 14 de agosto de 2010

Mujer de piel verde y ojos azules

A veces me pasa que alguien del msn es víctima de mis arranques de escribir sobre cualquier cosa. Lo que me sucede es que cuando tengo ganas de escribir con más cuidado sobre algo, es como si me atacara mi musa, no como si llegara a llenarme de inspiración, como a veces se piensa románticamente; no me pasa de esa forma, a mi me ataca, me sofoca, me dice y ordena: escríbase ya!! entonces, aprovecho una charla insípida con algún despistado en el msn, la mayoría hombres, para decirle cosas que no les va a importar en lo más mínimo; éstos sujetos, sin querer me han librado de la angustia de no dejarlo sin decir, o sin escribir, a veces no tienen más opciones que responder cualquier cosa. Aunque para ser justa algunas personas han apreciado y notado el acoso de la musa.

Ayer, mientras caminaba por la universidad vi a un par de chicos de la cultura rastra terminando el mural en uno de los costados del polideportivo, el que se encuentra a primera vista si se acostumbra venir por la calle 26 hacia la plaza che. Así iba nuestra charla: 1. él me habla de que es más bien moreno, 2. le contesté que también soy más morena de lo que lo me veía en las fotografías 3. el contesta: mm... mejor! 4. un poco confundida por la profundidad de nuestra charla, contesté ésto, para hacer que valiera un poco más el tiempo hablando con el caballero en cuestión:

Cristina dice (14:09): a mi me gustan cosas raras, en la universidad pintaron una mujer, con rasgos como los míos, pero aún más indígenas, con unos labios gruesos como de mulata y los ojos rasgados pero gigantes, piel verde, un verde medio oscuro pero brillante, una sonrisa abierta, franca, tenue sonrisa, sensual, y ojos azules! azul intenso, profundo, como el azul del borde superior de ésta ventana del msn, el cabello...
era abundante, negro.
Cristina dice (14:10):
su cara estaba de tres cuartos y su mirada estaba pintada de tal manera a que podría esculcar sin miedo los secretos más cuidadosamente guardados en los rincones oscuros del alma.

Alguienmuydespidado dice (14:10):
mm suena muy bien

Cristina dice (14:10):
pero también, me gusta los blancos, y los morenos de ojos verdes...

No es que pidiera demasiado de una charla con un desconocido por msn. Sólo que bueno, uno espera no tener la sensación por dentro de estar perdido el tiempo muy descaradamente.

Me ha pasado de todo, el chico en cuestión no dijo más nada; otro amigo desconocido, me pasó una canción John Lee Hooker y Bonnie Raitt cantando "I'm In The Mood", excelente! , otro me pasó el himno del barcelona futbol club, el más despitado de todos, con el llevo hablando más de 4 años, alguien a quien nunca le he estrechado la mano y que ha aprendido, desafortunadamente, a ignorarme cuando escribo cosas tan personales cómo ésas, con quién es perfectamente posible hablar media hora en un par de monólos paralelos, o sosteniendo interminables charlas impersonales.

Desconectarme más aún, es la gran lección y escribir más aquí!

Topochos y limones mandarinos, lo inevitable. Crónica (o pseudocrónica) de la melancolía de un desarraigo.



Bueno, no es nada, simplemente, iba caminando por ahí (en la av. calle 68 con no sé qué!), vi el asadero y entré, inevitablemente, me atrapó el sitio, sonaba un joropo y me senté, pedí una picada personal, carne para uno, y luego rogué para que me regalaran un poco de costilla de cerdo asado, luego me trajeron limonada de limón mandarino... no tuve opciones, me sentí en el llano y me puse a escribir:

Fue inevitable! Sentarme en un momento en ésta primera mesa de una asadero de carne, con música llanera en la puerta al lado de donde tienen asando la carne y al fondo el ruido de las noticias del medio día en la tele.

Fue inevitable sentir esas ganas de estar en el llano de nuevo. de volver a ese lugar de esbeltos bambúes, a acordarme que soy mujer y tacto.

Comer esta carne, con ésta limonada hecha con limones mandarinos! Qué ganas perdidas y fuertes de estar en el llano otra vez, son tan fuertes mis ganas de piedemonte que cada ves que me preguntan agrego unos días mas ami estadía en el llano.


Podría describir el llano, una vez más, por milésima vez en escritos perdidos por ahí, y contar que todo eso y más es lo que me hace falta de allí, sin embargo, esas no son las únicas cosas que extraño, sino que anhelo volver a la persona que era entonces, y a aquello en que me convertía cada vez que hablaba con alguien allí, cuando iba por las casas y los caminos, cuando dictaba clases a cambio de guayabas y topochos, o cuando hablaba con la bruja, Doña Carmen. Aprendí del misticismo y de los caminos del piedemonte con ella, mientras de vez en cuando me miraba con sus ojos indinos y decía: "usté es temeraria, cosa tremenda señorita, se quedará sola, y no tiene miedo a Dios!", Soy mujer que huelo a campo! Y voy sola por ahí, y no le temo a díos, es verdad, pero algo no viene a ser la más grande delas verdades porque pueda probarse su valor de verdad, sino por lo mucho que impacte en el mundo de las premisas, así ésta sea también una mentira más. Y me han dicho sin miedo: hueles a campo.

Me lo dijo un llanero cuando luego de la danza de los cuerpos exhaustos reposaba con su enorme peso sobre mi torso. Sin pensarlo mucho, estoy segura, "me gusta tu olor: Hueles a campo". Y es lo mejor que me han dicho en son de veracidad y en son de piropo. Huelo a campo y al campo pertenezco. Y me place pensar que ésta melancolía que me invade por estar en esta ruidosa ciudad no cesará hasta que regrese a donde pertenezco.






Puede que las preguntas por quien soy para donde voy nunca sean respondidas hasta que mi curiosidad se canse o se sacie, pero aquí, a ésta hora: 2.13 pm., en éste lugar, siento que en realidad pertenezco al campo. Siento un éxtasis muy parecido al enamoramiento, siento que es mi deber retornar al campo, más temprano que tarde y dejar de admirarlo para ser parte de él. Sentir que puedo bailar con el alma un joropo tanto como puedo leer un libro o ver una película; pertenezco al llano, al piedemonte, al campo!!!

No hay nada más maravilloso que volver y deseo tanto hacerlo, con tantas ganas como las que ahora tengo de irme! y cuando pase el tiempo y noté que no pertenezco a nadie y nada, ni hay un lugar que me contenga y nada que yo pueda atrapar y que no hay nada que me complete y que no hay ningún misterio en el piedemonte; entonces encontraré otro lugar sobre el cual reposar mis deseos de escribir y de sentir que pertenezco a algo o a un lugar. Ya llegará el momento en que escriba, nuevamente, que soy divagadora y errante.