martes, 29 de junio de 2010

Media cara paralizada.



Hoy he estado caminando casi todo el día, leyendo sobre derecho indiano...

Tengo la mitad de la cara paralizada y es impresionante, pero me he reído mucho de la situación en éstos días. Pero el hecho está en que tengo una infección en el oído izquierdo, que hace que no pueda cerrar bien mi ojo izquierdo ni que pueda toma agua, o masticar bien, o que pueda decir "o", no puedo mover toda mi boca.Tengo una paralisis en mi cara, y estuve en el hospital de urgencias, me aplicaron inyecciones y ando tomando medicamentos y tengo que buscar la forma de asistir a fisioterapia.
El problema es que tengo un buen amigo estudiante de medicina que es paranoico y que me ha dicho que podría ser un accidente cerebrovascular, yo también lo pensé, por un momento se vino a mi mente todo lo que vi cuando estudié en neuropsicología y me corrió brisa, los daños cerebrales son irreversibles y degenerativos, en la mayoría de los casos. Eso no se descarta hasta que me hagan un TAC o algo similar.

Y me atendió una doctora muy calmada, casi dormida cuando fuí a urgencias...Apenas si me miró, no hablaba, susurraba, tenía unos labios hermosos y un tono de piel canela claro, por si alguien me pregunta, qué puede ser? le pregunto, y me dice, sh... dame un momento, se queda pensando, mira su papel, no me mira a mi, yo le miro los labios, vuelve a escribir, dura eternidades escribiendo, espero, mientras la miro un poco mas, porqué no puedo cerrar mi ojo izquierdo? sh.... dame un segundo, me vuelve a decir. No tengo opciones, me asusto, y miro sus labios.

A veces mira al techo, pensativa, hace un gesto que yo no puedo imitar, aunque hace una semana era excelente imitadora de gestos.

Ella cierra un poco los ojos, son verdes con partecitas cafecitas, yo no puedo hacerlo, ya no puedo picar el ojo, y eso que llevaba una semana consagrándome al complicadísimo ejercicio de una coqueta; pero lo que me ayuda es que tengo media sonrisa, mi lado izquierdo no responde, entonces queda una coqueta y discreta media sonrisa, que no me termina por gustar del todo.

La doctora me mira, ya ha terminado de escribir, tengo ganas de llorar, será que me manda sacar un TAC? será que es sólo paranoia que le da a uno por leer tanto de enfermedades neurológicas, o será que es lo que le pasa a uno por no saber de otras enfermedades para poder tener más criterios diagnósticos, será culpa de mi amigo médico con fama de riguroso y paranoico?


Me vuelve a mirar, pero hace rato firmó ese papel, y entonces me siento más cerca y le pregunto, qué podrá ser: tiene parálisis facial, por una infección en su oído. Que bien, pienso, pero sé que igual eso es delicado e impactante.




Esta mañana amanecí sin dolor de oído, pero la cara sigue igual, y no he comprado chicles...

He estado haciendo gestos en el bus...

He comprado una manzana, no la pude morder.

He tomado agua, se fue directo a mi blusa!

Así están las cosas!






Annie Hall- No me gusta conducir sola!



Tembién dicho Hi! para luego no saber por donde empezar a decir de todo lo que tengo en la cabeza y darme cuenta que igual es agotador escoger las palabras, entonces termino diciendo: well, Bye!

Si, confieso que lo he arruinado miles de veces y además de eso (como si no fuese suficiente) he tenido la mala fortuna de encontrarme con tipos pocos persistentes o creativos como para invitarme a ir en el carro que no tienen.

sábado, 19 de junio de 2010

Su ojo.

Me acordé de alguien y de súbito, vino a mi mente una fotografía mental que hace años, en el 2007 para ser más exacta, puse en palabras:


Un ojo.
Una mano cubriendo el rostro, el codo reposando en la mesa, la espalda recta, la cabeza mirando de frene. La mano relajada en realidad solo cubre la mitad del rostro, algo más de la mitad, no dejan ver los labios ni uno de los ojos, sin embargo el único que se ve está vivo, parece no observar, esta viva esa mirada. El fondo de aquella mirada es un color amarillo o quizá naranja oscuro opacado por unas altas y sutiles lucecillas, las luces de la caja más al fondo dan con marco a la cara y la resaltan un poco y detrás de ello la calle, carros y buses y ruidos, bares pasando la calle, la gente caminando y caminando, una iglesia, un cielo nocturno, pero esto no es más que oscuridad, un fondo oscuro, una imagen llena de oscuridad, una chaqueta oscura también, lo único claro y tranquilo: aquel ojo que ha escapado del abrigo de la mano; un ojo brillante, lo que brilla en él es la pupila oscura. Imagen mirada por una mujer miope y distraída. Una fotografía en mi cabeza. Dos segundos a lo sumo tres.

Éste era su ojo, el lugar enfrente de Lourdes en Bogotá, era de noche, el sitio era oscuro.

lunes, 14 de junio de 2010

Anónimos, momento para eliminar comentarios!

Encontré ésto en los comentarios anónimos de un blog que visito cada vez que requiero volver a pisar piso firme sobre la realidad (unas tres veces por día):

Aninimo, conocido, dijo:
Nos siguen conmoviendo estos pequeños milagros, no? Como si la muerte no pudiera ser, ante tanta espontanea vida.



Vida, vida
(…) No hay que temer a la muerte. (…) El real y la luz
Existen, pero no la muerte ni la oscuridad.
Llegamos hoy a la bahía
Y el cardumen de la inmortalidad llegó
Mientras yo sacaba las redes.
Arseni Tarkovski

Anónimo, un desconocido reconocido que arrepentido de haber escrito ésto, dijo:

Realmente me gusta el video, lleno de espontánea vida, como dice el anónimo, tanto a moverme escribir algo. Por un momento ante tanta vida rodeándonos pareciera que la muerte es algo que definitivamente no tiene que ver con nosotros, ni con quienes ayudan a parir cada milagroso momento, cada fugaz instante, pareciera que la muerte no puede tocarnos, ni a aquellos que se engolosinan viendo pequeñeces cotidianas llenas de vida, ni a los momentos mismos, (acaso la muerte tiene que ver estrictamente con el tiempo?), ni a la vida, que permanecerá por siempre!. Esos momentos llenos de vida que además vivifican, como cuando nacen las ganas de escribir sobre algo y ni si quiera hay necesidad de buscar las palabras, pues milagrosa y espontáneamente están allí.

Es por esto quizá, que los momentos llenos de vida no son percibidos como milagros por todos.

Agradezco haber estado con la suficiente capacidad de asombro como para considerar un milagro dar contigo en el ruido y en el silencio, en la luz que enceguece de éstos espacios virtuales y tener momentos de felicidad a pesar de todo y gracias a todo. Cómo sostiene el Anónimo, como si la muerte no pudiese; y sin embargo todos los días morimos ha algo, o poco a poco dejamos que algo se muera para poder vivir.


El video en cuestión es de una persona vendiendo pompas de jabón, pero como se nota mi comentario no es sobre las pompas de jabón, es sobre el comentario de aquella persona anónima.

Esta canción me recuerda el llano...

No se diga más!