
Tengo la imperiosa necesidad de interrumpir este día, hacer un espacio para continuar con él.
Son las 5. 05 pm. Acabo de salir de un parcial de hora y media de neuropsicología del envejecimiento, estoy cansada y casi segura de que me lo eché, como el primer parcial... Un horror, sólo que este parcial estuvo claramente mucho más complicado y eso que estoy intentando cambiar mi costumbre de entrar a los parciales sin leer, por confiada, a veces creo que entro más tranquila a un parcia cuando no lo preparo que cuando lo hago... En este caso salgo más o menos confundida del parcial, nunca pregunto a nadie por las respuestas, intento evitar a las personas que se la pasan preguntando por las respuestas correctas, creo porque salgo medio asustada, medio desconsolada, frustrada; todo eso evidencia lo mal que me desempeño en los parciales; lo mal que los preparo. Estuve leyendo desde hace tres días para este parcial...y tengo miedo de perderlo, nunca me he interesado por las notas en realidad, pero ahora, con un promedio acumulado de carrera de 3.7 o 3.5 y expectativas muy muy bajas de mejorarlo me pregunto si no me hizo falta antes preocuparme por las notas antes que tener que estar pensando en asuntos de la investigación básica, o epistemológicos o simplemente en el uso de ciertas palabras que alimentaban el ego. Tengo miedo de tener que cosechar toda mi mala consistencia y mi indisciplina con esto, pero igual es inevitable.
Eso de tener distimias temporales me hace medio tonta, me bloquea a ratos y hace que termine peleando con la superficie, mientras conozco cómo funciona el universo…Como si un día cualquiera llegase a conocer o saber cómo funciona el universo.
De pronto noto que hace una tarde hermosa en Bogotá, que me duele el estomago y me siento asustada por lo del parcial.
De algo ha de servir todo mi ejercicio retrospectivo. Tantas cosas pueden opacar un bello día, p. ej. me acabo de dar cuenta de que me he dejado multar en la biblioteca, traje todos los libros que no debía haber entregado hoy y deje en el apartamento todos los que eran para hoy….A veces me merezco el premio al despiste, por completo.
Hay cosas que me están pasando y quisiera comprenderlas. Como por ejemplo todos los problemas de concentración, de atención que tengo, todos los estados de ánimo, ese ir y venir de la desesperanza a la ansiedad, de ésta a la depresioncilla aquella, luego a la irasibilidad, luego paso como si nada a la petulancia…y luego de nuevo a la frustración, con pocos pero bellos momentos de alegría. Puedo hacer esa vuelta en cualquier órden, en cualquier momento, siento llegar esos estados, como si fuera un caminante que asoma en la montaña…. A veces simplemente siento todo eso como una presencia extraña que puedo observar como desde lejos, como si lo más intimo de mi no fuera partícipe de todo la puesta en escena en que se convierte a veces mi día a día.
A veces una meta tonta le da sentido completo a mi existencia. Unas flores que compre por ahí, la mirada de tal cual chico o su presencia, ver una película, escuchar un poco de ésa música una y otra vez, volver a comprar el té de cada dos o tres horas, aunque me guste más bien poco; imponer mi presencia en donde me encuentre, hablar sin pensar pero con mucha convicción de lo que sea, pero que parezca una verdad! Acompañándolo de miradas penetrantes, movimientos de las manos, hablando por todos y para todos, modulando la voz con precisión magistral, todo esto para que no se haga evidente debilidad alguna ya que tiene que parecer la verdad o por lo menos tiene que transmitir la pasión. Cualquier cosa puede hacer bello mi día, por ej. Esta tarde, a la hora del sol de los venados a punto de terminar, que me vaya pasando el dolor de estomago, que tenga un poco de convicción para mí misma, que tenga ideas vagas por lo menos sobre algunas cosas,¿ porqué se me hace tan difícil describir esto? en mi cabeza por cada una de estas cosas hay 10 más que opacarían una luna llena.
Hace algunos meses cuando me sentía desagradable, no salía de la casa hasta que la última ojeada al espejo me hiciera sentirme agradable, para poder salir tranquila… Y entonces, a veces, cuando después de uno de esos ratos largos de tristeza, p. ej. me miraba al espejo y me veía la huellas de la pensadera entonces me ubicaba ante el espejo, ponía música y no salía de la casa hasta sentirme un poco más animada. Ya hace mucho rato que no me da esa tristeza de entonces, ahora, quisiera despojarme de todas esas sensaciones como cuando uno se quita una blusa y la tira lejos, al otro extremo de la habitación. Mi ego es tan demandante! (parece que lo digo como si no fuera mío, como su fuera una imposición de los dioses). Mi ego, tan contradictorio, tan confuso, no parece mío, son las demandas del otro, diría un psicoanalista… las representaciones del otro, sus demandas, su normatividad haciéndome la vida imposible, no lo creo del todo, al fin de cuentas es mío y hay pocas cosas de las que sea tan consciente como de mi fluctuante ego.
Siento el peso de lo que escribo, mejor lo dejo así. Me sigue doliendo el estómago, son las 6.03 pm., aún no es tiempo de un té…