sábado, 8 de octubre de 2011

Ojos llenos de plenitud!

En éste ejercicio de livemocha, en el primer nivel de inglés, se me pedía describir el color de un tractor, una billetera, una puerta, una casa, una moneda, una flor y un árbol, los colores que me daban eran plateado, marrón, azul, dorado, rojo, amarillo, blanco, negro. Decidí revelarme un poco y describir algo diferente:

I think that Im pasionate about the eyes colours, I use to remember the eyes colour of people easier than their names. In example, my firts kitty, Onixa, wich was complety black with a subtle white lock in her tummy; well Onixa had those super shiny yellow eyes, with that strong dark iris, her watch used to scared me, so intense! I can remember the eyes of one woman wich I met when I was at high school, she told me that she has 4 colours in their eyes, I saw in those lines of sky blue, peach, grey, green, with a weird and nice marron as background. I can remember the green eyes of a handsome man, those palid green eyes, not like emerald green, this ones were green eyes, when I remember his eyes I think that maybe someone put a bit of brownish-gray in there, using a brush, as an curious artist. And of course, I have in my mind all the time the eyes of man who stoled a piece of sunny and plenty sky, and he's not on shame because of it, not even a little!


Entonces apareció un mago y editó mi trabajo:

Cristina, you are a very artistic lady. You have written here a wonderful thought. I only have a few suggestions. I have translated it into a beautiful paragraph writtten by an intelligent and sensitive young lady:

I think I have a passion for eye color. I usually remember the color of people’s eyes easier than I can remember their names. For an example is my first kitty, Onixa. She was an all-black cat with just a little white lock of fur on her tummy. Onixa had those super-shiny, yellow eyes with a strong, dark iris. (plural of iris is irides. Better: ...with strong, dark irides.) Her gaze almost scared me, it was so intense! I remember the eyes of one girl I met in high school. She told me she had four colors in her eyes. I saw shades of sky blue, peach, gray, green, with a pleasantly strange maroon background. I can remember the green eyes of a handsome man with those pallid green eyes, not quite emerald. His eyes were green. As I remember his eyes, it seems as if an artist painted in a bit of brownish gray. And, of course I can’t get out of my mind, the eyes of a man who has stolen a piece of full, sunny sky -- and has no shame for it -- not even a little!


De hecho estoy enamorada de ese caballero que no se avergüenza en tener pequeños ojos llenos de tamaña inmensidad.



domingo, 14 de noviembre de 2010

Inasible, para no entender.

No entiendo bien que me pasa, estoy tomando un poco de agua, tengo hambre, no sed, sin embargo estoy tomando agua.

No intentarlo, simplemente no llorar.

Tomar agua, tengo hambre y frío.

La luna es discreta, no me cuenta en donde clava sus ojos en las noches, los elementos me callan sus andares, los duendes se niegan a pronunciarme sus quehaceres, las fantasías en mi cabeza multiplican sus pecados y sus dones, el silencio aquieta mi alma, la apacigua.

Sé prudente, no le escribas esto, mantente ignorante, y cálida, como si confiaras en aquello que desconoces.

Sé de una pieza entera, los hombres no me aman porque soy insegura, todas las mujeres son inseguras, dijo un inglés a pesar de mi asombro; entonces yo seré la única que lo expresa claramente o éste inglés es un caballero, todo un gentelman al que no le gusta que diga estupideces sobre mi.

Tengo celos de una puta.

He perdido.

Muertes lentas verán nacer sentimientos que no alcanzan a durar suspiros, pero que alimentan la existencia de un alma simple, de un alma básica, como la mía.

Un pensamiento sombrío me asiste: la humillación es un instinto, la dignidad es símbolo de resistencia y de valentía, y no soy valiente, lo confieso, incluso cuando no conviene: insegura y cobarde, no escojo que confesar, sólo me acostumbre a una identidad de mi misma. A veces soy valiente, pero suele ser tarde o suele ser innecesario serlo en ése momento.

Entes que desaparecen para poder seguir respirando tranquilos, momentos para dejar pasar, no dejarse confundir. Un asunto práctico de supervivencia.

Me gusta cuando llueve y estoy protegida de mojarme, el ruido de la lluvia me pone trascendental, es como la certeza de que alguien existe en alguna parte, pero sólo puedes tener distantes ideas vivas como evidencia. Una gota, luego otra, sonidos que nos hablan de una existencia pequeña, entre miles, anónimas, y mortales.

No es un acto de valentía ser transparente con quien no me mira a los ojos, solo es un acto impersonal, una necesidad, algo obvio. Ademas una gran estupidez!!! Tampoco es de valientes resaltar todos los demonios que nos habitan, es un acto estúpido más. No es adaptativo! (no he aprendido a escribir las ironías, me he sacado una sonrisa!! y me acuerdo que es una bella sonrisa). Tengo miedo, pero que nadie se entere!!! y si te enteras, espero profundamente que no te importe.

Acostumbrarse a vivir bajo un yugo es algo fácil, mientras uno ignora que el yugo existe, y si uno no imaginase como sería la vida sin el yugo; pero cuando se tiene plena certeza de lo que el yugo hace a nuestra voluntad, cuando además de eso se conoce que su fuerza ha agotado nuestras ganas de soñar...

Nuevamente vuelvo a escribir líneas tristes, pero confusas.

"No tienes dinero, eres un vegetal"; puede ser cierto.

Un poema hecho vallenato, algo que me dedicaron: te vi partir y el amor en mi silencio se hizo llanto...



Me acuerdo de todos, a todos he tenido que dejar pasar!!! no-tocables, no-besables, no-amables, sólo para conocer la profundidad de cada alma. Agotador, terriblemente injusto, como la vida misma! He amado en vano, ideas en mi cabeza, me he amado a mi misma todo éste tiempo, mis deseos. Ego.

He ganado. Ser digna, no tener preguntas que hacer a la luna o a los elementos, no molestar con dudas a los duendes, no tener ansiedad en el corazón, no fantasear, no soñar... Respirar lo menos posible. No estar. He ganado, superar los miedos porque fastidian el alma, no porque éstos no existan, sonreír porque es más estético y duele menos, no dudar porque agota, porque a veces no hay respuestas suficientes...Respirar lo menos posible, como un vegetal, ornamentar solamente.

No temblar, no decirlo, ser de una pieza, una piedra palpitante que no tiembla, perderme para no perderle, pues al fin de cuentas la identidad es un asunto de los otros.

Las cosas que amo; una sombrilla azul brillante de flores color lila, mis manos, el recuerdo de estar tocando piano cuando no hay luz, el sonido de una lagartija en el llano, el llano, un sueño en el puerto aquel, un ente, cantar en una casa en ruinas que hace excelente eco a mi voz, niños que lloran, niños que ríen, un vallenato clásico, hacer palpitar corazón...

Para no entender, para no prestar mucha atención, para seguir respirando fuerte, para no llorar, no dudar...

Las cosas que amo; una sombrilla azul brillante de flores color lila, mis manos, el recuerdo de estar tocando piano cuando no hay luz, el sonido de una lagartija en el llano, el llano, un sueño en el puerto aquel, un ente, cantar en una casa en ruinas que hace excelente eco a mi voz, niños que lloran, niños que ríen, un vallenato clásico, hacer palpitar el corazón.



domingo, 31 de octubre de 2010

La certeza de un sentimiento inasible.

Hace mucho tiempo no lloraba tanto viendo una película, ver cine es un asunto experiencial, me dijo una vez un amigo...

Y no me interesa hablar mucho de la película en si, quizá no se necesario precisar de qué trataba, estaba un poco distante porque era de Clint Eastwood, y de amor, pero me atrajo que era con Merly Streep y que el que me vende las películas sólo supo decir :" un clásico!".

Pero el asunto en la experiencia, me hizo pensar en muchas veces que se siente esa certeza, que nos hace decir cosas, ciertas cosas que se dicen sólo una vez en la vida. Y qué cuando se dicen parecen sencillas, sin grandes palabras de por medio; pero es un asunto de momentos, de comprensión mutua, de certezas compartidas, cosas que trascienden las palabras. Es un esfuerzo doble lograr ponerle palabras, de la forma más cuidadosa para no manchar el sentimiento; porque a veces hay que usar palabras, cuando, no hay miradas compartidas, no hay silencios elocuentes, no hay tacto, solo palabras e imaginarios.

Cómo poder expresar una emoción sin mancharla, sin mancillarla? Es posible que alguien más capte su belleza y su intensidad?

Quiero volver a tocar piano, amar intensamente, decidir... Sentir ésa certeza fuerte, como en esos cuatro días de recuerdos, pelear contra las dudas y decidir. Al final, sin importar que pase o que decida uno, queda una certeza, ese sentimiento que nos lleva a decir ese algo sólo una vez en la vida.

Los puentes de Madison, casi no la veo, y quiero volverla a ver ya mismo, otra vez, para comenzar a captar esos detalles, que se me escaparon por estar sumergida en la historia de un amor, una certeza, la vida de una mujer llena de rutinarios detalles que no pudo dejar, el hombre que los extrañaba a todos, por lo cual no se aferraba a ninguno.

Creo que entiendo perfectamente porqué razón no se bajó de carro cuando el semáforo estaba en verde, y capto en alguna medida como una certeza, que dura a veces tan solo un suspiro, puede dar fuerza a una vida entera.

Let me tell you why I cannot go, Tell me again why I should go.. This kind of certainty comes by once in life time...




viernes, 29 de octubre de 2010

En la calle, relato de una salida cualquiera.

Me quito el reloj mientras pienso, cómo comienzo el escrito, la divagación de hoy? lo pongo sobre la mesa, y escribo esto, es inevitable, la musa me ha visitado desde hace unas cuadras.

Sucedió cuando venía caminando hacia la casa.

De repente sentí que llevaba mucho tiempo sin salir de mi casa, todos los días parecíanse unos a otros.

Vi cosas afuera, cosas que me asombraron, vi gente, yo detallo la gente, me gusta hacerlo, encuentro belleza en todas partes y cosas a las cuales esconder la cara, también en todas las partes, aunque no suelo esconder la cara al fin de cuentas.

Me subí a transmilenio y saqué mi libro para leer en los buses : "The Picture of Dorian Gray", ya voy en la página 153; ni sé cómo lo he hecho, pero leer Wilde y dormir son los dos únicos placeres que encuentro en el transporte público bogotano, ah! ,y claro, observar a la gente; con la mente abierta, ojos curiosos, corazón noble.

Vi una pareja delante mío, ambos muy jóvenes y particulares, los dos con gafas, super delgados, con acné, signo y cruz de la adolescencia para muchos, el tiene el cabello recogido, su crespo cabello algo desordenado, labios húmedos, humedecidos por su novia, dulce ella, como un suceso, dulce, se miran a los ojos, hablan de física cuántica y de las respuestas del parcial, se besan cada suspiro que se reprimen, ella lleva un blusa que deja ver parte de su tierno busto, el lo mira a hurtadillas, con ternura, hasta diría que se aman. En realidad los envidio, aunque no tanto.

Hice una llamada, solo para distraerme de ellos, Hola caballero, cómo estás? hola linda. Hablamos un poco, de repente me dice estás en la universidad, nos vemos y me dejas consentirte un poquito?, ah, en la U, no me gusta el aquelarre, no me puede dar frío en el oído, y qué me cuentas, poco animado me contesta cualquier cosa; me pregunta que como estoy; si, estoy bien, en el transmi hacia el restrepo a... bla bla bla bla, cuelgo. Es malvado el destino, me sonríe, pero de léjos, me ofrece labios que sólo puedo imaginar y besos que no quiero probar.

Hay cosas que ni se compran ni se venden.

Pero si quisieras irte, en un hipotético caso, a Portugal? , pregunta mi hermana; yo me río, es una pregunta demasiado prematura contesto, sin embargo me quedo pensando, ella sabe que yo no quisiera. Me pongo a pensar en ésto al colgar el celular, busco con la mirada a los dulces chicos, se debieron haber bajado ya, no los encuentro. Se sube un muchacho de ojos verde intenso, cabello amarillo, bastante alto, y apenas ingresa me mira fijamente, yo estoy en otro lado del planeta, pensando en otros ojos, me dentengo un poco, vaya, ojos verdes hermosos!, y vuelvo a pensar, olhos pretos coração quente.

No me había dado cuenta, hoy es el día en de los niños y de las brujas, me entretuve gran cantidad del recorrido mirando niños disfrazados, por lo general están felices en esas, vi muchas princesitas, niñas maquilladas, con pequeñas diademas, coronas de princesas, niños disfrazados de animales y nobles caballeros; desde luego superhéroes. Una mamá sacaba de su neceser un lápiz de maquillaje color negro para dibujar una nariz de león en la nariz de su pequeño, en la parada la madre dice, disculpen, perdón, perdón, para que le habrán paso y los dejen salir, el pequeño habla con el señor que conduce el bus, grita fuerte pues sabe que está en el tercer vagón: espere señor que me voy a bajar!, maravilloso, este pequeño hace palpitar mi corazón más fuerte.

Sólo me hace falta una cámara fotográfica para poner aquí las cosas particulares en las que me fijo, cómo me hace falta una cámara!!!

A veces me pasa que levanto la mirada en el transmilenio y alguien mira fijamente, yo suelo sostener la mirada, por curiosidad y porque me gustan los ojos, luego jamás vuelvo la mirada al sujeto, a menos que pase algo y lo que pasó hoy, en uno de los alimentadores, era que este señor, se estaba mordiendo los labios.

No es que hubiese sido un gran suceso todo lo que vi hoy, quizá me sentí algo diferente, una mujer, de blusa rosada y mangas largas, pantalón negro, cabello largo suelto y descomplicado mirando a todos ora con morbo, ora con curiosidad, ora con extrañeza luego admiración. Cosas que todos merecemos.

Jugué sola hora y 10 min. de billar pool, salí cansada, en el lugar me mandaron tres cervezas de desconocidos, a mi lado se organizaron 5 costeños a jugar dominó, peleaban por la mesa, tiene que ser redonda! decían, echée, anda, tienes una redonda o la traemos de la casa? estresan al dueño, me estresan a mi, me miran demasiado, me ponen nerviosa, dicen que el billar pool gusta mas en el llano y en la costa, pienso que ellos deben ser bueno jugadores y me siento como si fueran jueces, repito una jugada 4 veces, al fin lo logro, luego noto que me miran en otro plan, me han tomado fotos, la última en meter fue la bola 11, me voy. Señor, Tiempo, cuánto le debo? anda pero esta boyaquita si que es esquiva, dicen los costeños, que te ha disgustao?, relajate linda. Los miro a los ojos, no respondo nada, cuánto me dijo que debía? 3100, igual ya estaba cansada, pago y doy las gracias, miro al más viejo de los costeños y hago una seña de despedida con la cabeza. El que me cobra inusualmente me hace la charla, porque siempre viene sola, cuando viene y jugamos tres bandas, si estoy libre claro, puede ser entre semana. Siempre voy sola a jugar, y estoy acostumbrada a que me miren repetir mis jugadas una y otra vez, estoy aprendiendo, y tambien me miran porque voy sola, es raro ver a una mujer sola en un billar jugando pool o tres bandas; sin embargo, tener 5 ruidosos, entonados y alebrestados costeños jugando dominó, (esto es, tirando las fichas sobre la mesa cada dos por tres) en la mesa de a lado, eso ya es demasiado, además estoy cansada, me voy...

No se diga más, que he estado sola y me he sentido sola nuevamente, segundo viernes, nada de baile, nada de amigos, a quienes dar un beso y un abrazo. Tranquila, ilusionada, porque se me hacen insoportablemente denso el aire si no tuviese ilusiones. Me acuerdo nuevamente de del puerto aquel , pero no me importa el puerto en sí, lo que me importa, lo que quita el sueño son ésas ideas, palabras que hacen laberintos en mi corazón, poco a poco, pero con sorprendente fuerza me arrincona una realidad dual, extraña, fascinante que ya no quisiera soltar, así esté en léjos, intocable, inasible o en la vuelta de la esquina, hay cosas que definitivaente son reales, (que no me escuche Valsiner; sin embargo, si me escucha, él bien sabe que no hablamos de la misma forma de realidad); pero algo se hace real cuando altera mi percepción de la vida y de mi misma. Y es maravilloso vivir respirando tan dulce forma de realidad traspasada por mis ideales y mis deseos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Escribir.... acto introspectivo.

Tomado de una frase de Bukowski.

"Escribir te empuja hacia espacio acreos, te convierte en un extraño, un inadaptado."
carlos Martínez respondió: A mí me la salvó Camus, pero Bukowski me la supo alegrar.

A mi, muchas cosas me salvan la vida a cada instante. Leer me salvó la vida y si claro Camus!!! gracias a un libro que me presentó mi hermano, (hay tantas formas de leer un mismo párrafo del mito de Sísifo!) Sin embargo, para mi, escribir es una forma de respirar, me mantiene viva, sin a veces sin saber para qué; pues es cierto, puede llegar a ser un asunto de inadaptados que escapan de la relidad usando las mil caretas que el lenguaje puede dar. El punto está es en respirar por los dedos el aire del lenguaje y no morir de asfixia.

domingo, 22 de agosto de 2010

...mi conjuro contra la mala jornada.


Te quiero

Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.

Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero.

Y tu paso vagabundo.

Y tu llanto por el mundo.

Porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.

Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Benedetti.



Un poema clásico, con cantidad de latinoamericanidad encima, para apalear tal cual sin sabor que ya reconozco desde hace rato.

No hay a quién dedicarlo, no hay nadie que me lo dedique, pero es más o menos la idea que tengo de lo que debe pasar para que suelte un te quiero.

Quizá sólo sea el sentirse acompañado, realmente acompañado aquello que me conmueve de éste poema.

A éstas alturas se lo podría dedicar a la persona con la que suelo jugar ajedrez en flyordie; ya sabe bien que soy muy mala y conoce que me enredo mucho al defender el centro, con las fichas pesadas, que no sé que hacer con la dama y que tengo problemas para hacer un mate. Este nick, pues no sé más nada de él, me conoce en la batalla campal, es decir, sabe ya mucho de mí y eso mismo me hace sentir acompañada, como con una persona de verdad, así sea para hacerme la guerra y jaque mate una y otra vez.

O se lo podré dedicar al chico con el que me dio el medio día en su cama. Lo recuerdo bien, cuando me levanté a verlo de léjos, disfrutando el panorama de sus ojos cerrados y labios quietos, el vaivén de su respiración tranquila, sus brazo izquierdo que me hacía de almohada, allí mismo estaba aún tibio mi espacio vacío a su lado, todo esto me atraviesa en un mismo momento. Entonces diría como el poeta: "porque somos pareja".

Pero recuerdo más sus palabras en ése momento, medio dormido o medio despierto, me dice sin abrir los ojos: "ven acá"; y entonces pienso: "la gente vive feliz aunque no tenga permiso". Pues desesperado de mi ausencia de un mes luego de ése medio día, me llama a pedirme que no lo presione y que le deje en libertad, como siempre ha estado (!?); incluso sabiendo que luego de un mes ni una llamada le he hecho. Le persigue mi recuerdo y no sabe como deshacerse de él. No sabe que incluso cuando no se permite ser feliz al lado de alguien, lo ha hecho por lo menos por un momento a mi lado; igual no hay misterio, la felicidad son sólo momentos que nos habitan para luego irse y hacernos presente el pasado.

Como dice Gabo, "la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado", un asunto de emociones, por eso me alimento de la poesía y de sentir que no es tan malo que siempre pierda la partida de ajedrez con éste desconocido, o que éste chico y yo estemos unidos por un recuerdo de felicidad sin que ninguno de los dos diéramos permiso alguno; suertuda víctima de mis ganas de alguien, a quien no puedo caracterizar, no puedo asir, pues no entiendo a los hombres, pero igual disfruto de ellos viéndolos de lejos mientras reposan cuando les dejo un espacio vacío.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Un Hombre, Bourdieu, Valsiner. Fragmento de no- realidad, la confabulación de mis deseos.

La ontología personal del "ser", es una ilusión construida a manera de signos,(...),esos constructos (como la identidad, una idea del si mismo, la personalidad, el carácter), no tienen realidad, son una organización funcional del fluido, (Valsiner en constructing the vanishing present beteen the future and the past, 2009).

En la sala de lectura de sociología, en frente de mi se encuentra un hombre realmente guapo, me gusta su mirada perdida detrás de los anteojos, su cara de "estoy gozandome esto que leo", a veces sonríe al leer.

Está despeinado, con algo de barba, con su maleta de cuero que siempre le he conocido y el portafolios que tiene cubierta de jean.

Puedo ver sus manos, son de dedos pequeños, manos anchas. Está tumbado sobre su silla y de vez en vez se incorpora para subrayar las copias o para tomar alguna nota, cuando no lo está haciendo, tumbado sobre la silla con las piernas inquietas y estiradas usa las copias para taparse la cara. A veces baja las manos y me lanza una mirada, literalmente. Hace unos dos año, yo no lo notaba así tal cual se me presenta con ésa mirada, sin embargo desde entonces me acuerdo de él. Pero ahora me doy perfecta cuenta, y además de eso, me lo quedo mirando, descubro que tiene una mirada intensa, lo ha hecho dos veces, tres con la mirada fija con que me saludó al llegar a la sala de estudio.

A veces lo que veo son sus labios, cuando levanta mucho las copias, por lo tanto veo su mentón. No puedo negarlo, me gusta; por lo demás para qué negarlo? lo importante es que él sabe que me ha capturado a ratos con su mirada, y que me gusta el juego que me propone desde su rincón.

Varias veces he pensando en invitarlo a tomar un café, pero siempre me termino sintiendo cobarde. El problema es que hoy no me siento así, sino algo alterada, si me habla me derrito y si le hablo, en lugar de preguntarle por el nombre, le sonreriría francamente, y le devolvería la misma mirada, como para que me desee un poco más, hasta que uno de los dos pregunte por un beso.

Se me escapa una sonrisa, luego otra.

Ahora, él ha optado por doblar sus copias, así de hurtadillas me lanza una mirada de vez en cuando por el borde izquierdo de éstas; un sólo ojo desconcentrándome, no pude seguir leyendo a Valsiner y su asunto sobre la libertad, la voluntad, la realidad y el sentido de ser y saberse humano.

Se me fue un poco el aire, sentí un leve mareo, esa mirada y esas piernas inquietas, ni si quiera ha sido necesario pensar en que me besa o en que toca. Su mirada de pervertido y vagabundo que se engolosina leyendo algo me ha dejado sin sentido por un rato y me ha obligado a dejar todo, tomarme el te despacio y escribir ésto. Lo he aceptado, me resigno; escribo sobre él.

Debe tener, o por lo menos parece de unos 35 años. Tiene unos labios finos, sus hombros son anchos, no es delgado, estoy segura de que no hace ejercicio y que toma mucho tinto y se fuma mas de 30 cigarros al día, (jajaja! fascinante!), siempre viste tranquilo, despreocupado, usa gafas de marco negro, tiene el cabello medio crespo y descuidado, la chaqueta color gris, su camisa blanca, seguramente ya sabe que me tiene algo alterada, y que me gusta su sonrisa pícara, que ahora mismo se me antoja hasta inteligente; afuera llueve, evidentemente no tengo frío, solo un leve mareo lleno de morbo y estupor; su pierna izquierda inquieta, uff! necesito tomar aire profundo y volver a pensar urgentemente en Valsiner y su asunto de la no existencia de la realidad, sino de un fluido de la humanidad orquestado funcionalmente para darme sentidos, o que yo he orquestado, junto con la cultura, para darle sentido a toda esta puesta en marcha que es el mundo.

Me gusta el color de sus labios, qué puedo hacer? Al carajo con la realidad, dice Valsiner, y yo digo, carajo, es verdad, sus labios son hermosos, se me hacen hermosos debido a la orquestación de anteriores besos, anteriores labios. Me desconcierta su mirada intensa, de hombre que se puede comer mi mundo de no-realidades y que además de eso parece saber que lo puede hacer.

He dejado de mirarlo, poco a poco todo vuelve a la calma, sigue lloviendo, se me ha acabado el te, son las 15:23, me pregunto, será que Valsiner es capaz de mandar al diablo así como así la realidad?

No me gustan su manos.

Lo ineludible: hoy no lo besaré, eso está claro, más de dos años pasando por delante de él, aguantando sus miradas intensas y ni un tinto, que complicada soy, que distraído él! mejor es al contrario, que complicado él, que distraída yo.

A soltado una de las esquinas de las copias, puedo ver la portada del libro que lee, Está leyendo Bourdieu!!! (cap. 1, La elección de los elegidos) De repente se me torna en divino demonio que goza leyendo a Pierre, tanto como yo lo he hecho. Como dijo un amigo una vez, "en éstos momentos es cuando me digo: que linda que es la vida!"